miércoles, 3 de julio de 2013

Otra ecografía

     No recuerdo (y ahora mismo no me apetece buscarlo, que me pongo ñoña cuando releo mis posts) si ya había hablado de los "problemas" del riñón del Gurruñito. Ya desde la eco de las 20 semanas empezaron a preocuparnos con que tenía uno de los riñones un poco más dilatado de lo normal aunque nos dijeron que "lo mismo no es nada".

     Entre la dilatación del riñón y el que no creciera al ritmo que ellos esperaban no le vi la cara en ninguna ecografía. Es más, todas las ecografías que tengo a partir de las veinte semanas son una circunferencia (a veces el cráneo, a veces el tórax) o una línea (el fémur) blancas sobre fondo negro. Nada que despertara precisamente el instinto maternal ni que fuera motivo de orgullo para los abuelos.

      El caso es que esa dilatación que casi seguro no era nada sigue, después de 16 meses, sin ser nada casi seguro, pero hay que controlarla. El trago más amargo fue cuando la nena cumplió un año, que se empeñaron en hacerle varias pruebas por si había reflujo de la vejiga hacia el riñón (analítica, gammagrafía, cistografía), tras las cuales se concluyó que no lo había pero que le han dejado un terror horrible a las camillas y hacen que cada visita para control de talla y peso sea un drama seguido de varias noches de pesadillas... Y, como reflujo no había pero la dilatación seguía estando, pues control ecográfico.

     Así que esta mañana nos ha tocado eco, y por supuesto ha sido un drama. A ver si cuando nos den los resultados está ya todo bien y le dan de alta de una vez.

jueves, 9 de mayo de 2013

Llamadas de teléfono

    Hoy no trabajo. Son las fiestas en el pueblo en el que está mi instituto de este año. Eso hace que esté en casa por la mañana y pueda coger el teléfono.

- ¡Ring! ¡Ring!
- ¿Digame?
- [Silencio]
- ¿Dígame?
- [Voz dulce y melosa] Hola, buenos días, soy Fulanita, ¿puedo hablar con un mayor?
- [Totalmente a cuadros] No, lo siento, ahora no hay nadie en casa.

   Era eso o preguntarle si le valía con 35 años o necesitaba alguien aún mayor.

martes, 7 de mayo de 2013

¿De vuelta?

    No sé si esta será la primera de una nueva hornada de entradas, ni siquiera sé si la llegaré a acabar de escribir, pero por intentarlo que no quede.

    Llevo sin escribir desde la bronca con mis padres, ya lo sé, pero me quedé tan hundida que no tenía fuerzas ni le veía el sentido a hacerlo. ¿Para qué, si todo lo fuerte que me sentía escribiendo se me había ido a la porra de un momento al siguiente? ¿Acaso no era esa la prueba de que realmente no estaba siendo tan fuerte?

    Algunas cosas han cambiado desde entonces. Por ejemplo, el Gurruño ha pasado de ser una bebita a ser un terremoto que corretea por la casa cayéndose de vez en cuando. O también el dineral que llevo gastado en mi terapeuta y que casi prefiero no pararme a hacer cuentas para no asustarme. Pero lo que no ha cambiado es que mi madre dejó de llamar a mi casa después de la bronca y no ha vuelto a hacerlo. Ni en el cumpleaños del Gurruño ni en el mío (llamar a la una de la tarde a mi móvil sabiendo que estoy en clase no es llamar realmente), ni cuando ha recibido un libro que le envié por correo por el Día de la Madre. Supongo que esto último ha sido una especie de gota que ha colmado el vaso y en parte es lo que me ha animado a volver a escribir.

    Me siento cansada, muy cansada. Aunque lo cierto es que tampoco me estoy enfrentando realmente a ella. Pero, bueno, en Semana Santa le dije que me daba mucha pena que no llamara a casa y me contestó que "es que ella no quería llamar a casa porque ya había soportado suficientes impertinencias". En fin...

    Tengo que dejarlo, la nena se ha despertado de la siesta y tiene que merendar. Espero no volver a tardar tanto en volver a escribir, aunque tiene pinta de que si lo hago no van a ser entradas alegres precisamente...