miércoles, 3 de julio de 2013

Otra ecografía

     No recuerdo (y ahora mismo no me apetece buscarlo, que me pongo ñoña cuando releo mis posts) si ya había hablado de los "problemas" del riñón del Gurruñito. Ya desde la eco de las 20 semanas empezaron a preocuparnos con que tenía uno de los riñones un poco más dilatado de lo normal aunque nos dijeron que "lo mismo no es nada".

     Entre la dilatación del riñón y el que no creciera al ritmo que ellos esperaban no le vi la cara en ninguna ecografía. Es más, todas las ecografías que tengo a partir de las veinte semanas son una circunferencia (a veces el cráneo, a veces el tórax) o una línea (el fémur) blancas sobre fondo negro. Nada que despertara precisamente el instinto maternal ni que fuera motivo de orgullo para los abuelos.

      El caso es que esa dilatación que casi seguro no era nada sigue, después de 16 meses, sin ser nada casi seguro, pero hay que controlarla. El trago más amargo fue cuando la nena cumplió un año, que se empeñaron en hacerle varias pruebas por si había reflujo de la vejiga hacia el riñón (analítica, gammagrafía, cistografía), tras las cuales se concluyó que no lo había pero que le han dejado un terror horrible a las camillas y hacen que cada visita para control de talla y peso sea un drama seguido de varias noches de pesadillas... Y, como reflujo no había pero la dilatación seguía estando, pues control ecográfico.

     Así que esta mañana nos ha tocado eco, y por supuesto ha sido un drama. A ver si cuando nos den los resultados está ya todo bien y le dan de alta de una vez.

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